RICARDO ALVAREZ

SENSIBLE AMBICIÓN CIEGA

 

 

 

Observando con parpados abiertos brillos de estrellas

colgadas en esplendor por encima de la noche.

Eremita paciente, constante en solitaria naturaleza

floto sobre aguas sinuosas como lágrimas en enroque.

 

Riada de piedras desbordas mis canales al tope

desmesurada invasión supera recodos y meandros,

ablución nítida y pura en clerical tarea

insomnios de forestas invadiendo profundos bosques.

 

Playas de arena recostados cuerpos de claridad humana

siento que late en la arena, suave respirar de mi amada

despierto por siempre para no hundirme en dulces sosiegos,

idealización o realidad de gesto sibilino, cúmulo de razas 

 

acopió la sangre y sobre el pecho amado deposito la maduración de mis manos.

Aun desfalleciendo sobre la cama real de la muerte

vivo por siempre en sus máscaras caídas, siempre golpea el sol en sus llanuras

Susceptible quién sabe a permanecer con las manos juntas

 

Esa formas de gracia te hacen más cálida,

pueblas mi soledad vacía porque estoy lleno a tu lado

contemplando tus ojos divinos y el amor que es tu beso.

 

Ese tibio pecho, blanco y reluciente, placentera moribunda

dame de tu esencia corpórea con la intensidad de tus átomos

reinventa tus últimos suspiros que rehabilitaran el signo de mis dedos.

borra de nieblas enquistadas tu alma, en  los propósitos de la vida.

Eres tu, obsesión de mis días la sensible ambición ciega que me contagia de astros.

 

 

 

De LLUEVE EL VIENTO EN LOS TEJADOS-  A publicarse en julio 2019 - Ed. PALIBROS - N.YORK - EEUU