Rafael Escobar

\"DIVINO INSTANTE\"

 

Yo guardé en mi memoria aquel instante

que tu boca a mi boca se fundía;

el momento sublime y delirante

que tu cuerpo en mi lecho poseía.

 

Enredada en los tibios edredones

parecías paloma blanca y pura,

anidando la llama de pasiones

que sudaba tu cándida figura.

 

Con la luz del corintio pebetero

tu sonrisa fulgía dulcemente;

y tus ojos radiantes de lucero

irradiaban lascivia incandescente.

 

¡Y prendido a tus formas escultóricas

apuré del placer las copas dóricas!

 

Autor: Aníbal Rodríguez.