Patricia A. L.

IRREVERSIBLE DAÑO

 Reconoceré mis pecados
entre papeles tristes, viejos,
añiles...

y escritos
susurrados en el Aire,
y en el transparente Viento
que me mece sin soles y extrañado…

Seré firme bronce oxidado 
por las cuerdas metálicas,
de aquella arpa antigua y dorada…

y por las de aquella misteriosa lira,

que envolvía en angélica melodía
el lazo inmortal

que yo creía que nos unía,

por y para Siempre...

(lo habías jurado)

Seré Némesis y Fuego ardiente.

Carbones desquiciados, 
que no puedan sofocarse…

Y Aire en la certidumbre gris
del polvo ennegrecido 
en que te escondes,

cobarde,
fatal y contrito…
( no creeré ya en tus promesas vanas)

Seré agua hirviente y salada que 
se disuelva y empañe en las lágrimas secas o
gélidas 
de tus ya extraños,

y siempre abstraídos ojos…

Y seguiré indagando
eternamente 
como fugaz forastera
de todos los astros,

la extraña esencia 
de tu desvanecido Ser
que me ha hecho impiadoso,

un irreversible daño.

Patricia Aznar Laffont

(versión corregida)