Julio Noel

En el álgido silencio estival

En el álgido silencio estival

un monótono zumbido sonaba,

diluido en las ondas inmarcesibles

a mi plácido espíritu turbaba.

Invisibles abejas susurrantes

que por el inaudible éter danzan,

trasladando de una a otra esfera

el polen de las desveladas almas.

Átomos de aire insuflados de fuego

que crepitan en la dorada paja,

sus restallidos mis oídos hieren

en el sosiego de la tarde en calma.

Fragancias que la tenue aura lleva

en sus inasibles y lenes alas,

como infrangibles briznas de aromas

que por el célico éter se derraman.

Ilusiones que vuelan en el aire

como incólumes sueños de la infancia,

espíritus que sin rumbo pululan

por el amplio infinito de la nada.