Laura Ontiveros Plaza

Inmóvil

Me quedé con un beso en la punta de la lengua,

con la piel cortada,

con la vida envuelta en papel,

sobre la mesa de la entrada

para recordar llevarla

cuando te volviera a ver.

 

Me quedé con varios -te amo- en la billetera,

y unas sonrisas guardadas en el celular,

con un sueño escrito en una servilleta,

un nudo por collar,

y un abrazo tibio que te quería dar,

cuando te volviera a ver.

 

Me quedé con los brazos abiertos,

y mis ojos reflejando tu espalda,

vi como te fuiste sin voltear,

sin dudar,

te fuiste y me quedé,

esta vez sí me quedé y no te fui a buscar.