Soncafe

POETAM

Hay ojos que suspiran por el verso en el papel,

notas olvidadas en las mesas de los bares,

con sabores de ajenjo y olores de azahares

que diseminan su esencia en las eras del vergel.

 

Sueños que apagan su vela en mitad de la luna

corren apoderados de una noche cualquiera,

la vida, como el truco de la vieja chistera

solo acumula cuentas sin traer la fortuna.

 

Fortuna que nunca será el sueño de la pluma,

que esgrimida sin miedo saca de las entrañas

el verso que nacido sin odios ni patrañas,

calma la tristeza y el dolor que nos abruma.

 

Que nos lleva a deshojar caminos de recuerdos,

donde lentamente aflora la obra de tus manos

y nacen los versos de sentimientos arcanos,

en soledades mustias y atardeceres lerdos.

 

En la herida del amor perdido de repente,

en tantos pies descalzos de niños olvidados,

en las lágrimas secas que unos ojos cansados

vierten sin importarles el ruido de la gente,

 

de esas que van y vienen sin pronunciar palabras,

de periódicos ciegos en una pulpería

que vende extremidades, dientes de fantasía,

hadas con alas rotas y hasta historias macabras.

 

Cantas al amor del que ama, al dolor del que llora,

con tu pluma electrizante y sus miles de vatios

pasas iluminando jardines en los patios,

llevándole besos encendidos a la aurora.

 

Tu mano de valiente un día blandió la espada,

con el azul del cielo pintado en tu ventana,

en los pechos perfumados de una cortesana

tuviste las delicias de la mujer amada.

 

Bohemio, soñador, eres la esencia florida

que se interna nadando entre papeles de hielo

dando vida a tus musas, que es tu mayor anhelo,

y levantándole al mundo una antorcha encendida.