Luis Erick Renoud

Kolossos

Indúceme mujer al estudio de tu ser 

esa materia de dulce calidez

¿Es que acaso no sientes mi mirada?

Somos dos y como cielo estamos

a veces precipitamos pero siempre nos amamos. 

 

Quisiera recorrerte cada noche,

a mi lado tenerte sin reproche

es qué tus variaciones son tan fuertes

que mantienes intrigada a mi mente.

 

¿Cómo vos es que hacéis tan salvaje quietura?

mi reina tienes a mi alma en extrema locura,

abundantes ataduras, es qué a tu lado

no tengo miedo ni dudas.

Declaro que existen frágiles lamentos 

potencialmente dispersos en lobreguez y monotonía 

pero los momentos a tu lado son colosos y titanes.

 

Te siento tan fantástica que sin duda alguna

las más grandes epopeyas y cantares

a tu figura le hacen homenaje con viñedos entre valles.

Yo con mis dedos terrenales luchando por alcanzarte, poseerte,

y poder navegarte  despreocupado pude la furia de los siete mares.