Sara Human

Desde la jaula

Quédate así,

vestida de blanco,

alabando a la inocencia,

con los ojos cerrados.

Quédate así,

con los ojos llenos de estrellas

y con corazón cálido.

 

No veas el mal por dentro

y pasa la vida sin desvelos.

¡Cómo quisiéra poder pedirte eso!

Pero al final solo es un sueño.

Pues la realidad llega

y tú tendrás que volar,

veré elegantemente tu caída

con sentimiento de inutilidad.

 

Melancólicamente

y nostálgicamente

he de recordar,

sueños y aventuras

que no volverán,

todos ellos modificados

pues no existen más.

 

Ojalá te quedaras así,

pura como la montaña,

que a pesar de los golpes

su identidad arraigada

no se mueve ni calla.

Ojalá te quedaras así,

como la calma,

tenue y clara.

 

Ha pasado el tiempo...

 

Puedo ver las manchas de tu vestido

y el fuego en tus ojos,

el corazón partido

y tus gritos llorosos.

Ya no te conozco,

y yo, ya no te sirvo,

me duele profundamente,

mi ángel, se ha ido.