Te deseo, es inevitable recrear escenas tuyas y mías en mis pensamientos, escenas donde tu humedad te delata y mi humedad te confirma cuánto me gustas y cuánto te deseo...
Cierro los ojos y puedo recordar el sabor de tus besos, la suavidad de tus labios, el calor de tu lengua, la sensación de mis manos deslizándose por tu espalda deteniéndose en tus caderas para acercarte a mi cuerpo, la necesidad urgente de sentir tu piel, mientras me pierdo en el aroma de tu cuello que beso y muerdo despacio, aumentando mi deseo con tus gemiditos y tu respiración agitada...
Me detengo a mirar tus ojos brillantes y a decirte que te quiero, me respondes con un beso profundo y tus manos explorando bajo mi ropa, y así empezamos a deshacernos de lo que nos estorba, hasta quedar desnudas una para la otra, me encanta la calidez de tus senos, tus pezones erectos al roce de mis dedos, tu boca caliente recorriendo mi pecho, perdidas en el espacio y en el tiempo explorando nuestros cuerpos...