Carlos Gustavo Gerez

Antenor

La niña muy curiosa observa y dice….

Ahí va Antenor, por el sendero del monte,

Valiente y decidido,

Siempre solitario y callado,

En busca de  las costas del dulce.

Y la niña se pregunta…..

¿Qué sueños navegaran en su mente?,

¿Qué rumbo tomaran sus miradas lejanas?,

¿Que buscara en los reflejos del agua?,

¿Donde anclaran sus pensamientos?.

La niña recuerda….

Ahí está Antenor, sentadito a la vera del dulce

En perfecta armonía con la naturaleza,

Escuchando el silencio, formando parte del paisaje.

La niña añora….

Ahí están Antenor tus huellas intactas

En las blancas playas del dulce

Puedo verte regresar a sus costas

Bajando de la barranca por el sendero

Que aun recuerdo tomabas.

La niña suspira profundamente

Y exclama,

Aun puedo volver a ese al patio

Donde jugaba hasta el cansancio

Y a la distancia puedo observarte

Regresa, Antenor, por el sendero

Por el cual tempranito te fuiste.

Cargas en una de tus manos una caña de pescar

Reducida en su mínima expresión,

Nailon, pesa y anzuelo.

Y en la otra, el rico cardumen

Que adornara tu mesa.

Y pronto te encontrare sentado

Bajo la sombra del mistol

Regalándonos tu paz y tú silencio.

Antenor, mi abuelo hoy así, te recuerdo.