Kathya.

Mal de amor.

No queríamos estar sin nosotros

así que a las dos nos llamamos, solos;

con toda una vida que contarnos,

con 27 canciones que cantarnos,

con chingos de ganas de mirarnos 

y nuestro capricho de amarnos.

 

He aquí la razón que siempre apetece

estar contigo en lo que amanece,

escucharte dormir mientras tu madre enloquece

¡Demonios,

otra vez te quedaste dormido con la música del loco ese!

 

Así nos la hemos pasado de noche en noche

de las que parecen película y no terminar nunca.

¡A Cansino se le quiere con huevos!

Como si fuese la primera vez y la última.