Lualpri

El Nogal Añoso...

El Nogal Añoso...

 

 

Préstenme mucha atención, porque les voy a contar,

una historia que llegó, desde el bosque a la ciudad.

 

Yo no sé si fue muy cierto, pero sí, sé que existió,

un viejo árbol reseco, que un cuento triste narró...

 

Era un nogal muy añoso, que ya frutos no tenía

para sentirse orgulloso de estar vivo en ésta vida.

 

Cuando fui un retoño dijo... iba creciendo contento

pues comerían los niños  mis nueces como alimento.

 

Transcurrieron varios años y de pronto llegó el día,

brotaban de todos lados,  en mis ramas... que alegría !

 

Venían los pequeñitos, los pájaros, las ardillas,

sentirse útil, que lindo, era una gran maravilla.

 

Me sentía tan feliz, como pesado que estaba,

por lo tanto que había en mí y que yo se los brindaba.

 

Hoy me siento tan cansado, tan sin saber lo que hacer,

tan reseco y abrumado, que no lo puedo creer...

 

Como a trascurrido el tiempo, ya nadie viene hacia mí,

sólo me acaricia el viento... para qué vivir así ?

 

Si tampoco brindo sombra, porque mis ramas están,

con apenas unas hojas, esparcidas por allá.

 

Y los árboles amigos, que solían conversar...

de uno en uno se han ido, para jamás retornar.

 

Que tristeza hay en mi bosque, que terrible soledad,

así es, le dijo el roble, yo también estoy acá.

 

Y ambos árboles lloraron con tremendo sentimiento,

por recordar un pasado, feliz, que se llevó el tiempo.

 

Lo que jamás se enteraron tal vez lamentablemente,

es que ambos han dejado a lo lejos su simiente.

 

Varios hijos del nogal, totalmente florecidos,

repletos a desbordar, donde juegan hoy los niños.

 

Donde los pájaros cantan y ardillas que hacen sus nidos...

sobre los mismos levantan, gracias a él que ha vivido...

 

Y que ha dado tantos frutos, tanto o más de lo podido,

formando un bosque con muchos, nogales que son sus hijos.

 

Hay una gran variedad de aquellos árboles idos,

frutales son por demás, robles, quebrachos y tilos.

 

Todo pasa y todo queda, como la historia narrada,

quizá las nueces que hoy pruebas, transciendan de aquel que hablaba !

 

 

 

                                                                                              Luis A .Prieto.

                                                                                              martes, 12 de diciembre de 2006.-