Guerrera de fuego

MADRE MÍA

 

 

MADRE MÍA

 

Madre mía dice el hombre al ser vencido,

al levantarse y al caer, ese es el grito;

madre mía dice el náufrago perdido,

y es el murmullo del hijo en agonía.

 

Madre mía dice el hombre en la caída,

en el dolor y la alegría es el clamor;

madre mía repite el huerfanito

y cuando la llama lo hace con amor.

 

Madre mía, madre mía en la tristeza.

 madre mía si se gime de dolor;

madre mía te llamo en auxilio

cuando la mente se invade de terror.

 

Madre mía te aclama el estudiante,

en toda ocasión estás presente,

madre mía en todos los momentos,

te tiene el hombre en cada pensamiento.

 

Madre buena, madre tierna, madre mía,

acude pronto al llamado de tu gente,

pues tú los milagros realizas

y en la vida del ser estás presente.

 

Madre mía dijo Newton en la ciencia

al descubrir el secreto de los astros,

Colón la pronunció en su gran victoria

cuando vio vida en este imperio vasto.

 

Madre mía implora el niño allá en el vientre

cuando siente la mano que asesina,

y se esconde y respira despacito

implorando la bendición divina.

 

Madre mía la busco en la pobreza

madre mía la encuentro en la abundancia,

madre mía: maternal regazo, eterno nido,

eres oasis de paz en la esperanza.

 

Cuando tu alma la invada el desaliento

No olvides la frase: ¡madre mía!

Ella correrá en tu auxilio

Y será luz, será faro y energía.

Porque

 

Madre es vida, es amor y es aliento,

madre es valor, es bondad, es lozanía,

es más que mujer, es añoranza,

es cielo, es sol, y es valentía.

 

Madre es pan, es ángel, es paciencia,

es virtud, es caridad, es inocencia,

ella vuelve miel los sinsabores,

madre es sacrificio y es conciencia.