ADANS BECMAN

ALLÍ SIEMPRE ESTARÉ...

Allí siempre estaré

a la sombra de una retama

en el hueco de un cascabel

en la sonrisa de un niño

en la cuerda de una guitarra

en los labios de una mujer

viviré en la pluma de algún amigo

en un eterno amanecer

y soñaré que estoy contigo

tu la rosa, yo el clavel

el producto de la vid en la copa

en la colmena la dulce miel

seré caminante errante

y en el infinito te buscaré

seré ruiseñor en la rama

lucero del alba en el amanecer

una gota pura de agua

esa gota bendita que calma la sed

un espejo en el fondo del alma

una canción solitaria

el suspiro de una lágrima

un corazón roto de tanto querer

allí donde despierta la aurora

y la esperanza empieza a renacer

¡ Sí ! Allí juntos para siempre

allí siempre estaré...

En el vaivén de una ola

que jugando viene y se va

trae a la orilla blancas caracolas

que brillan como el cristal

sobre la blanca arena

y espuma de la mar...

 

Si tu sonrisa fuese muy cara

yo, trabajaría noche y día

para poderla comprar

y guardarla en mi pecho

y poderla contemplar...

 

Blanca sonrisa, como la flor de la jara

blanca, blanca como la espuma de mar

lo mismo que el blanco armiño

una divina comedia, en un teatro de cristal

una fuente cristalina

que invita a descansar

allí a lo lejos en el horizonte

allí echa raíces la libertad...

Un remolino que en el alma anida

donde se evapora la soledad

donde se curan la heridas

donde el amor aprende a volar

allí escondo yo las palabras que nunca te dije

quizás por pura timidez

allí en algún rincón del alma

siempre las guardaré...

Mañana Quizás mañana

con un beso te las diré...