Julio Noel

Los plateados rayos de la luna

Los plateados rayos de la luna

encendían las olas verdemar,

que rumorosas iban a besar

las doradas arenas de la duna.

Llegaban a la orilla de una en una

para allí sus penas aligerar,

luego tornaban a la brava mar

a guarecerse en su esmeralda cuna.

Para arrojar de las olas la pena,

a través de un sutil hilo de plata

de la luna un hada descendió.

Cuando la ninfa se posó en la arena,

una inmensa ola, insolente e ingrata,

al fondo de la mar se la llevó.