ADANS BECMAN

SIEMPRE ESE TREN...Y ESA ESCUELA DE LA VIDA...

Cuando se duerma la tarde

cuando se calle hasta el viento

madrugaré con la maleta a cuesta

camino de la estación

esperaré ese tren que hace eco en la distancia

que trae y lleva vagones de recuerdos

transporta penas y esperanzas

y algunas lágrimas también

ya se ve a lo lejos el humo

como estornuda la chimenea

el cielo azul se recrea

paseo por el desierto andén

el alma se llena de congoja

soñando con volver...

Se desliza la tiza sobre la negra pizarra

allí agonizan las palabras

allí nace el saber y se desgarra

la luz del intelecto que quiere aprender

la voz hueca del maestro

que repite las sílabas una y otra vez

sabia es la cultura, si el tonto

no la echa a perder

tranquila la tarde en la escuela

hay un olor a matemáticas en el aire

los números parecen que ruedan

la geografía se pone de pie

los ríos, las cordilleras, sobre el mapa

parecen jirones de tela, el niño se ríe

un buen tirón de oreja ¡Cuanto cuesta aprender !

al último de la escuela, sentado en el banco

con dos enormes orejas, de burro tal vez

es la hora de los deberes para mañana

cinco sumas, siete restas y alguna división

un palmetazo en la mesa del maestro

y a correr gritando los golfíllos

por hoy se acabó la lección...