El DIOS JUVENIL

DILEMA DEL BOSQUE ROJO

 

Todo seguirá mal
como siguen esas chicas sin ropa, entre los arbustos con el pelo recogido
viendo embarcaciones de Elohims hundidas entre gatos submarinos que escapan corriendo de todos nosotros porque la luz estroboscópica les recuerda a infancias temerosas sin navidades circunspectas
como un arcoíris que chorrea su color y pierde a sus hijos  arcoíris que se marchan a Europa o a Sumeria para buscar trabajo,
se deslizan como aguas que corren a las alcantarillas,
lloran colores hasta quedar grises.
Chicos banales en zona centro uno dos, uno dos, te lo estoy contando,
caras tristes en la ciudad grande
como grande son los ojos del caballo vigilando escotes voladores del más allá.
Y al final perderás: Uuuuuuuu uuuuu uuu uuh.
Estás entusiasmada con tu nuevo amor, los veo en bancos blancos de parque en noches alborotadamente fumadoras, como en las películas pero es mentira porque la realidad es menos atractiva.
Sé que te gustaría revolcarte desnuda en el pasto y sentir su frescor rodar colina abajo y reír mucho mientras el bosque se agita saludándote pero mañana hay que volver al trabajo y no es tan bueno pensar en el bosque mientras no estamos en él.
Quizás cumplir sueños sea asesinar tortugas y zorros,
herir a niños y mariposas.
De una montaña florida,
rodeada por hongos y cabañas como de cuentos
hay un pájaro bebiendo de un hilo de agua que cae de una cascada y es tarde.