Deborah Jana

Opa

Opa

 

 

De lejos te pienso

y te respiro,

Hombre grande

pareces Los Andes en plenitud

erguido y blanco

invernación de los ideales mas sinceros,

del riachuelo cae tu voluntad ciega

a germinar pastizales en decadencia

 

Plano como papel

nunca pensaste mostrar tu otra cara,

de la que tanto te avergonzabas

pues tu moral

te decía que era incorrecto.

 

Pero no tenías doble nada,

eras un personaje redondo,

en un mundo redondo 

Y esa persona perfecta

que tanto te dedicaste a crear

se derrumbo cuando

te planteaste por primera vez vivir.

 

Y sí, nunca te pude descifrar.

 

Tu mente, un maquinar en perfección,

armoniosa y en sintonía

como las cuatro cuerdas del violín,

como las cuatro estaciones de Viváldi

 

Meticuloso y sistemático,

Predecible pero no tanto.

 

Escribo hoy,

en el filo de la vida,

en la incertidumbre de la lejanía

 

Pensando si tendré otro recuerdo contigo,

o si tendré que reconstruir nuevos

como un puzzle sin esquinas,

sin límites, sin fin.

Directamente de la imaginación,

irreal y luego pienso, que no serías tú.

 

Y lo único que me queda,

es retroceder y repetir

retroceder y repetir

retroceder y repetir

repet-et

hasta que el disco se raye.