Adrian Labansat

AVECINDADA PARTIDA

Ave vecina de los vuelos,

palomas sobre secas fuentes

junto al viento, las manos fueron vertiginosas en el descenso,

un cáliz de memorias

inmortaliza el algodón de azúcar,

éramos tan juntos,

éramos,

de cuatro pies éramos.

 

Pondré a hervir el atardecer mientras el televisor me entretiene.

 

Hundida en yacijas, regresaras desde la noche,

la lampara,

incandescente huésped de la oscuridad,

testigo de lo que la recorre,

revolotean pensamientos,

mariposas oscuras atrás de tu sombra.