piotr antonin

VICTORIA

Miro tus ojos anhelantes, y mi sangre fluye encarnizada

tus pupilas ahuyentan el desconcierto

tus pestañas amarran el silencio, 

déjame descansar entre tus labios

déjame repasar mis desventuras.

Dime que no añoraré el fulgor aurífero de tus cabellos

que tu anhelas las vertientes que de mi pluma fluyen.

Seré tu caballero en desgastada armadura

pero he de rescatarte en la simpleza de la noche.

se que vivirás eterna en los tamices confusos

conocerás la austeridad de mi alma cuando la noche vacile

sostendré el desconsuelo en la callosidad de mis manos,

te amaré íntegra, ahuyentado de certezas

sé que tu alma, manifestada en carne,mecerá mi sueño.