Manos y frustación enredadas en cabellos
bajo el trino de la mañana.
Retórica con un millón de piernas y pasos torpes.
Y tu nombre se hace eco en silencios involuntarios.
Resonancia de papel que evoca flores y caricias de viento.
Tinta que arranca el alma, que germina en tierra fértil.
Latido ora suave, ora fuerte. Rampante a media noche.
Cascos que impactan el tuétano con letras mayúsculas con letra roja.
Llamarada que corre y vuela sobre lienzos de papel.
Còlera revuelta en caracteres brillantes.
Rugido de corazón que se pierde en páginas escrito
con la misma tinta y cincel.
Necedad que vive esculpiendo ojos.
Los mismos ojos.
Rastros de mapas que no llevan a la misma sonrisa.
Búsqueda de cabellos hechos haz de luz sobre la arena.
Pàginas embestidas por el sosiego de la noche.
Discurso perdido en raudales de tinta que pinta mil colores.
Tacto de sombras y brillos hechos escultura en cuerpo de papel.
Octavio Márquez