El DIOS JUVENIL

DOS POEMAS SIN TÍTULO

Masticad diamantes 
enterrad vuestro
cuerpo en la arena
espantad a los amantes
masticad el aire que os rodea
los ojos son guisantes los del fantasma que merodea
herid a la flor,
herid solas a las luces
y la luminosidad que chorrean
cultivad diademas
¿Sentís apetito? Comed gritos
de bestias sensuales
estáis haciendo de la existencia un mito que no se comprueba
en sitios carnales.
Masticad pétalos
en antiguas cuevas vidriosas
entierren a los ídolos
que en los oropeles posan.
La arruga nunca tuvo escrúpulos
ahora mastiquen cáscaras de piel
enterradas en médanos
traigan el jarro de vino y de hiel
mastiquen océanos.
No queda horizonte
solo queda espacio
no entiendo donde se esconde
todo mi tonto palacio. 

***

Yo le grito ¡Regresa!
y ella me grita ¡Tristeza!
mis alegrías son esas
voy a tirarme del puente
¿o ya estaba ausente?
Ella grita ¡Regresa!
yo le grito ¡Tristeza!
¡Tristeza! ¡Tristeza!
¡Me abandonaste!
Oigo un grito que dice regresa
yo sola te dejé, si,
como una cachorra
en la puerta de un idiota
tantos días escuchado ópera.
Ella quiso hacer poesía
con el arcoíris.
Ahora que volviste puedo preguntarte sobre tu aventura.
En este feriado puedo interrogarte sobre tu aventura
en estaciones
mi corazón lo hizo un arquitecto
que estaba ebrio.