Julio Noel

Una sutil y transparente gasa

Una sutil y transparente gasa

con sus sedosas y alargadas lenguas

asciende lentamente por el valle

acariciando montes y laderas.

Los mortecinos rayos languidecen

al caer el velo sobre la ribera

y el paisaje en penumbra permanece

al paso de su grisácea estela.

Sus inasibles y húmidos dedos

acarician todo lo que rodean,

como la suave y maternal mano

que al tierno infante mima satisfecha.

Sedosos cabellos deshilachados

hacia las más altas cumbres se elevan,

tras ellos va ascendiendo silenciosa

la imparable masa de suave seda.

Todo el valle termina sumergido

en un vellón de lana cenicienta,

que a modo de nave fantasmal surca

el tenebroso océano de tierra,

mientras ostenta alegre y jubilosa

los altos picos como ufanas velas.