Cuando las ansias se convierten en sufrimiento, te recuerdo.
Cuando el destino se da cuenta que estoy perdiendo, me da por muerto.
Cuando respiro el aire frío de tu recuerdo, bajo al infierno.
Aún sabiendo que no hay intentos, sigo perdiendo.
Aún creyendo que ya no existo, soy un supuesto.
Hoy, mirando lo que no hicimos, soy eterno.
Aún oyendo palabras muertas, sigo viviendo.
Hoy, matando lo que vivimos, no me arrepiento.
Me voy creyendo que soy inmune a los sentimientos.
Aún sabiendo que ya no existo, soy un supuesto.
Me pierdo en trampas que ha tramado el desconcierto.
Me encuentro solo, jugando al miedo y nunca pierdo.
Me siento triste, pero me alegra mi sufrimiento.
Me siento escaso en lo infinito de tu recuerdo.
Me voy creyendo que lo eterno no siempre es bueno.