Tengo en una pecera una anguila eléctrica,
que me hace muecas,
un perro pelado,
un gato ciego,
un sapo que me muerde los dedos,
una rata que se llama Amalia,
un jilguero que canta de noche,
un murciélago andino,
un conejo sin dientes,
un colibrí con diabetes.
Tengo todo para vivir,
un libro de poemas
donde cada verso están mezclado,
en idioma alemán, guaraní, francés
y chino mandarín,
un álbum de fotos con gente que no conozco,
una receta de una torta con gusto a mostaza,
una radio que solo sintoniza un emisora eslovaca,
tengo todo..,
lo necesario para sobrevivir,
a esta excursión de ausencia,
a enfrentar los nuevos pasos,
sin que me sostengan tus manos,
al pánico que produce el espacio sin habitar de la cama,
todo es oro..,
leños ardientes en un cruel invierno,
tengo un diario con noticias falsas,
un libro de historia con próceres que no salieron de su mansión,
un almanaque con tres días semanales,
lunes, martes y jueves,
un par de frascos de mermeladas que no vencen,
una película que empieza contándote el final,
un disco de larga duración compuesta por doce canciones,
que no se tocan, solo de a momentos se escucha golpear un vidrio,
tengo la foto de astronauta clavando una bandera en una torta,
tengo todo para vivir,
lejos de la regla que llaman normalidad,
acumulo el tesoro de los que desprecian los adelantados,
y del barro creo perlas,
que las enamoradas suspiran por tenerlos en sus cuellos,
tengo todo,
entre recetas,
pastillas fluorescentes ,
psiquiatras que no distinguen una tortuga de una manzana,
guardando en un cajón las mariposas de la primavera eterna,
todo es oro para mí,
después del infierno y el frío..,
una rodaja de pan,
es un manjar,
tengo todo después de ti,
que cotiza en oro,
cuando te quedan tres dientes,
y la vida te regala una manzana.
Daniel Memmo