Ruth García

Tu partida.

Ya han pasado varios días desde tu partida,

aquella que sin previo aviso dejo dolor,

dañando los sueños de una sola vida,

que sin planes de futuro ¡le entrego su amor!.

 

Cada despertar le cuesta quererse levantar,

ver la soledad de la habitación le hiere,

se roba las intenciones de luchar,

dejándome tu recuerdo siempre.

 

El día es agonizante recordándote,

cada segundo me preguntó ¿dónde estarás?,

eso sucede por no evitar quererte,

ahora extrañarte ¡siempre me veras!.

 

Cada noche al llegar a la fría habitación,

su oscuridad me llena de soledad,

las heridas que dejaste en el corazón,

¡no sanan!, aun poniendo toda la voluntad.

 

Cada día después de tu partida,

se ha vuelto una triste rutina,

intento sonreír a la vida,

aun cuando la pena sea mi condena.