Julio Noel

La verde brisa besa la copa de los árboles

La verde brisa besa la copa de los árboles

entre luces cenitales y suaves rumores;

en pos de sí se escuchan cantarines silencios:

dulces melodías de gárrulos ruiseñores.

En el silente fragor de la verde alameda

suspiran al viento fragantes exhalaciones

y entre el trémulo reír de las plateadas hojas

se apagan los ecos de los pájaros cantores.

Cuando el rendido ocaso extiende su rojo manto

y el reluciente oro enciende el lejano horizonte,

la exhausta alameda inerte y muda se queda

para adormecerse en los brazos de la noche.

En las alas del silencio derramo mis lágrimas

y a la nítida corriente arrojo mis dolores

para que de la muda alameda se los lleven

entre las heladas risas del viento del norte.