Matias 01

PARA QUE TÚ LO SEPAS

Para que tú lo sepas,

yo te quería desde mi ventana tímida

cuando el sol se desparramaba

moribundo

y el crepúsculo hacia su cueva de dolor

en mis ojeras;

Te quería desde mi adolescencia ciega

llena de rubor y mieses de pasión

que aprisionaba el pecho;

Te quería cuando estabas descalza

flotando en los años tiernos

por encima de las flores

como mariposa

con los ojos felices y los labios frescos

como una rosa eterna;

¿Sabes que tu rostro revolvía mi sangre

hasta romper las venas? 

¿Sabes que tu mano me mojaba el sueño

en cada noche transparente

en que la luna nos hurgaba en la penumbra?

 

Te quería desde ese otro rostro

que tu creabas

con tus labios hasta enloquecer los huesos

Ada, de la luz fresca

que embestías las mañanas

desde tus pestañas llenas de horizonte,

ala que agitabas el viento

aire que empujabas mis alas

para hacer volar el sueño;

¿porque no has de volver

si no te has ido?

¿Porque no he de volver pródigo

adonde han brincado tus ojos?

En esta tarde quejumbrosa,

en que la memoria

arropada de atávicas coronas

junta sus manos,  

litúrgicas pasiones ocupan los lomos

de polvorientas y esponjosas esperanzas

 

Ada,

llega la noche y entre todos los crepúsculos

esta será la más larga;

en vano el dolor riega sus semillas

cuando este corazón clausura

a sus prolíficas tristezas

para irse en una sola línea

hacia los albures tiernos de tu existencia