Recuerdos junto... Al mar
los lanzo con desdén,
para verlos naufragar;
y, mientras se hunden en
sus aguas cristalinas,
imagino su descenso
entre las criaturas marinas
de ese mundo denso...
Y me siento aliviado,
tan ligero como pluma;
mas, el mar encrespado
–escupiendo espumas–
los devuelve a la superficie...
Y enfurecido me dice:
“Si decides otro día
arrojar basura, ve a un muladar,
porque el agua no es lugar
para lanzar porquerías”.
mundo cristalino
de criaturas ligeras
a tus aguas me lanzo
no tan cuerdo ya
como huyendo
de este muladar enfurecido
y denso
pero a la vez tan superficial
quiero un descenso
lejos de naufragios de cemento
y tanto desdén
los pulmones anegados
el cuerpo
inerte como el liviano seno de la muerte
como pluma vagando
en una húmeda eternidad