alupego (Ángel L. Pérez)

EN EL SILENCIO, EL GRITO

EN EL SILENCIO, EL GRITO

Levantó la voz el bruto,
creyendo que al dar el grito,
llevaría más razón.
Pero su voz se quebró,
cuando con razonamientos,
el que atento le escuchaba,
desmontó sus argumentos.
Y así zanjó la cuestión,
poniendo fin al chillón.

Busca el sabio las respuestas,
a los retos de la vida.
Su incesante indagación,
va resolviendo secretos,
que transcienden la razón.
Buscando en la cerrazón,
las verdades escondidas.
Nunca se conforma el sabio,
con encontrar los tesoros.
Escarba entre los rescoldos,
del fuego que los creó.
Así las sendas perdidas,
dan a la verdad su honor.

Gritó el profano creyéndose,
revestido de saber.
Revelando la ignorancia,
que vestía todo su ser.
Y en su aparatoso grito,
va desvelando lo mitos,
en los que basa su hacer.
Trasnochadas letanías,
con un barniz de oropel.
Engañando al infeliz,
que no escucha, solo mira.

La golondrina a su paso,
surca el aire sabiamente.
Su brújula es inconsciente,
y su sabio proceder.
Solo tropieza en las trampas,
que va poniendo el humano.
Pero, sortea tejados,
montañas, valles y lagos.
Su sabio instinto la dicta,
donde colocar su nido.
Si el humano lo destruye,
jamás vuelve al mismo sitio.
Su sabiduría es poder,
que sorprende al más leído.

Levantó la voz el noble,
para denunciar la insidia.
Y también la levantaron,
los que sufren la injusticia.
Gritaron los sometidos,
a la hambruna y la desidia.
Su grito sonó de nuevo,
cuando se amputó su honor.
Y un tremendo griterío,
reclamó su condición.

Voces que en silencio matan,
silenciando a los que hablan,
exigiendo sus principios.
Cuando hay gritos que derraman,
lágrimas de sacrificio.
Penosamente olvidados,
en un sepulcro perdidos.
A.L.
http://alupego.blogspot.es
16/02/2019