Danny McGee

LLOVÍA (PIEL CONTRA PIEL).

Llovía
(piel contra piel).

Llovía… recuerdo que llovía… la vez que, sonriente, contigo amanecía. Aun me veo mirándote… mirándote dormida, sintiendo que mis manos en tu cuerpo se perdían. Aun llevo en mí el perfume que no lo borró la lluvia, abrazado por tanta nube de aquella mañana tuya.
¡Qué bella fue la mañana la vez que vimos llover! Mis manos te acariciaban y así te sentías mujer. Hundiéndome en tus albores, fuimos piel contra piel, ¡qué bellos los goterones!, ¡qué bello el amanecer!
Me acuerdo que en ti ardí en besos y eran todos muy distintos; me acuerdo sobre tu cuerpo llegando hasta el infinito. Tus labios sobre mis labios quemaban la habitación… y cuerpos entrelazados formaban un corazón.

Llovía… recuerdo que llovía… la vez que, sonriente, contigo amanecía. Aun te veo mirándome y haciéndome el amor; tu fuego era tan grande que hasta la lluvia te envidió. Aun llevo en mí rasguños de tus manos en mi espalda y el sabor que fue tan tuyo de esos besos que me dabas.
¡Qué bella fue la mañana la vez que vimos llover! Mis labios te dibujaban y yo te sentía mujer. Hundiéndome en tus albores, fuimos piel contra piel, ¡qué bellos los goterones!, ¡qué bello el amanecer!
Me acuerdo que en ti ardí en besos y que eran todos diferentes; me acuerdo sobre tu cuerpo queriendo desearlo siempre. Tus labios sobre los míos quemaban la habitación, y así se formó un destino en medio de un corazón.