Ney Bueno D.

Anormal

No recuerdo el día pero recuerdo el instante, volteé hacia arriba de un gran árbol y ví un mango anormal, gigante, colgado y en el justo momento en que lo vi, se soltó y cayó al piso abriéndose, ese día aprendí que el madurar duele, pero además descubrí mi anormalidad.

Ver caer un mango o cualquier fruta parece muy probable, pero he visto caer a muchas personas, literalmente, mirar hacia arriba y verlos desplomarse no es agradable, aún no sé si mi mirada inside en tal acontecimiento o mi mirada busca el evento que ocurriría de forma indistinta, aunque yo no mirara.

Hoy con los pies en la tierra recuerdo aquél mango, no sé cuántas veces me estrellé , no sentí dolor como esperaba, por fin hoy he madurado, aunque sea de una forma anormal.