Alfredo Santino

Poema Plateado

Caballero plateado de tierra y tiempo, ¡cuánto le admiro!

Desde que nací, entidades sujetas a polvo y sombras dicen

que usted ha muerto. ¿Por qué habría yo de creer que usted ha muerto?

¡El no respirar o escribir no es suficiente para estar muerto!

Porque cierro mis ojos y veo aún el brillo de su gesto.

Sigo el viaje guiado por el resplandor de sus ojos nocturnos,

llenos de tal sabiduría, candor y amor por el amor.

No, usted no ha muerto, usted maravillosamente se ha trasmutado.

Ah roto el capullo y ha lanzado a un vuelo sideral y libre.

No quisiera hablarle del tiempo que ha trascurrido desde entonces.

Este tiempo es más engañoso y las estrellas no han de creerle.

Mi viejo plateado, todas las noches me hablas desde dentro.

Gracias por hacer míos sin afanes vuestros loables versos.