Joseph Aragón

Amaba verla perder sus ojos en el infinito...

Amaba verla perder sus ojos en el infinito

como deseando algo que sólo su corazón sabe,

amaba su silencio; sincero, triste y delicado.

Su ternura, su piel, su amor inefable

en la fríaldad de sus labios.

 

Amaba su misterio;

su mirada, cómo apartada de todo, de todos.

Amaba su oscuridad;

la sonrisa de su belleza si fin;

su rostro, su cuerpo, su cabello y sus manos.

 

Amaba tan sólo al contemplarla;

sin dañarla, intocable, sin arrancar de ella

todo cuanto amaba.