Julio A. Rocha

Inhabitada

Al fin está vacia. Ni yo ni vos. Ni vos ni yo. Ninguno.

 

La casa que construi para amarte y de la cual te ibas migrante al fin quedó sola.

Yo siempre me negaba a irme pensando que volverias por mi, porque te gustaba verme.

 

Pero no era así.

 

A vos te gustaba volver a la escena del crimen y contemplar cómo estaba tirado solo con mi soledad esperandote.

 

Tocabas la puerta o hacias un mensaje.

 

\"He vuelto a casa amor, ayudame con el equipaje\" y ahí salia yo corriendo a buscarte.

 

Pero no más querida. Al fin pude irme y ahora siendo libre más que nunca siento al mundo cómo mi casa, ya no estoy atado a ese pasado tan bello que tiene tu nombre.

 

La casa fue comprada por un tal olvido. Espero sepa perdonarme el desorden es que nunca antes había salido tan rapido y contento de ese lugar.

 

Espero me sepas perdonar.

Pero ya no volvas a mi vida. Que desde hoy mi corazón dejo de ser tu hogar.