LUIS ADONAY VENEGAS LEYTON

Ellos y nosotros...los abuelos

Ellos y nosotros …los abuelos

 

Con los brazos abiertos estaba el cielo

cuando ocultos miramos

el galopar del tiempo,

también se sonreía el abuelo con los ojos tiernos

al final del sendero que flotaba

en las aguas del recordado estero…

Todo era luz y todo era un brotar de melodías

y trinos de cánones infinitos

de un cantar de pájaros

desde un balcón de cuentos

que te contaron y contaste

tomado de la mano de tantos

que te llevaron y que tú,

también en algún día llevaste

como guía de ellos y de otros

- desconocidos…

 

Ellos, todos ellos

también sonrieron con las sonrisas

de sus abuelos con los ojos tiernos

- en sus propios tiempos

contándoles sus propios cuentos…

 

En la infinita distancia de los tiempos

aparecen ellos…los rostros…los recuerdos

sus sonrisas y sus gestos

tantas veces duros como el tiempo

otras tantas con cariños del alma

- suaves como la brisa

- acogedores  como sol de invierno

y primaveras tiernas…

Son los gestos propios,

son sus señas, son sus huellas,

sus avisos no borrados,

sus pasos guías

para continuar la vida

buscando atajos con partida y llegada

solo con su vida expuesta en la vitrina,

en el espejo de cada día

y de cada instante

que suma huellas de vidas diversas,

semejantes y también distantes

que se irán repitiendo siempre

hasta bordear el infinito…

 

Es la familia sumando tiempos y ecos

como historias de cuentos

y relatos sin olvidos…

¿cuántos tiempos sumados, yuxtapuestos

y cuántos escondidos  en los rincones

sin recuerdos?...

Cuántos…