Emiliano Veinte

Tu piel, tu silencio.

La tersura de tu piel vive en las yemas de mis dedos.

Mis labios recuerdan el sabor de tus besos. 

Mi boca anhela la dureza de tus pezones en ella. 

Mi fatiga y el placer de tus silencios de éxtasis, que se escurren por nuestros cuerpos en cada gota de sudor al fundirnos en un frenesí de amor, llegan a mi en esta noche de soledad. 

Tu piel, tus silencios. 

Tus ojos endiablados de pasión, tus caricias angelicales de deseo, amalgama de seducción, mujer de mi perdición. 

Vuelan mis pensamientos a ti en sábanas calientes por tu cuerpo ausente y tu desnudez presente. 

Eres piel, silencios y pasión