A. Martinez

Desde la voz.

 

Voz desde la voz,
que llegaba donde
ella podía besarla,
palabras abiertas,
pintadas de significado
por dentro
y por fuera.

 

Caminos dispuestos
a recibir sus pasos,
a abrirse en trazos
que le devolvian,
donde la luz
acaricio la sombra.

 

Espacios altos
que la aguardaron,
depositándole
en los ojos,
una semilla
de esperanza.

 

Huellas de sus manos
saboreando verdades,
descorriendo
las tapas de un libro,
donde sus nombres
se llenaron de apellidos.

 

Eran dos o ninguno,
rompiendo cerrojos
que encerraban el aire,
eran ellos,
y su inclaudicable
victoria
sobre lo inalcanzable.

 


Eduardo A Bello Martínez
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