Pedro Alexander López

Gotas de amargura

Una a una brotan lentamente,

Las brillantes gotas de amargura,

Van lavando el dolor que nos consume,

Intentando limpiarnos las heridas.

 

Cuántas veces al mirarnos al espejo,

Nos negamos esas gotas de amargura,

Por el miedo a que nos sepan vulnerables,

Arriesgamos que el dolor sea locura.

 

Simplemente a veces no hay salida,

Cada gota nos libera poco a poco,

Es mejor ser humano y darse cuenta,

Que jamás será humillante llorar un poco.

 

Por amores, por amigos, por traiciones,

Por la ausencia sin aviso de quien se ama,

De alegría a veces, emocionan,

Aunque amargas, cada lágrima nos sana.