Lucia Rodriguez Lopez

XIV. Cometido del reo

Sujetadme pronto,

pues se arroja mi voz hacia la muerte

desde lo más alto de mi cuerpo.

En aras de una eternidad yerma

cobijada por tan augusta nada

renuncio porque quiero morir

donde sueñan que viven mis labios.

En el fondo ya no escucho cómo suena

mas parecieran anclarse sus raíces

al fuego de mis entrañas.

Así desde lo más hondo

arden aquellos besos cuyo aliento

enrojece hasta la última boca

mientras en el agua respiran los ojos

que con ver no sacian tanta desdicha

y beben de cada rincón donde proclaman

su quietud azulada sin descanso alguno.

Sujetadme pronto,

pues ya se ha refugiado mi cordura

en el silencio de la madrugada

y huele a apetencia rendida

el desconsuelo con que alborotan

los árboles más viejos.

 

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