Gabriela Fernández O

Después de todo...

Entre tantas personas

nuestras manos se enlazaron. 

Fueron tus ojos,

luz y destello de pasión.

No quería a nadie más, 

sólo tu voz.

Como ráfagas de viento, 

nos perdimos en el intento

ahora quedo sin aliento 

sin poder sacarte de mis pensamientos.

No entiendes mi situación, es todo peor.

Solo tu recuerdo

cada noche bajo mi almohada

desahogando las aventuras 

que en fogaje se conocieron.