José Luis Barrientos León

Estoy vivo

Se amontonan piedras y cenizas

Me acosan rostros siniestramente vivos

Mis manos han perdido los dedos

Y no tientan la piel ni las entrañas

 

Desciendo al paso humano, lento y tardo

 No examino tu seda fresca y tus racimos

Anida en mi memoria tu fragancia

Y vuelvo al canto del árbol, la nube y tus senos

 

¿Dónde ha nacido la noche sin amores?

¿Dónde el cielo sin pasiones?

¿Dónde ha nacido el temor a tu matriz?

¿Dónde mi pecho sepultó tu aroma?

 

 Vuelvo a contar mis dedos
Deshojo tus frutos y tu flor

Vuelvo al recuerdo de tu púdica matriz

Y en la noche de miajas estrellas, vuelvo a ti y estoy vivo