FRANCISCO H. URREA PEREZ

RESCOLDO

 

 

Hay honduras que se apostan en la mirada sin horizonte

tienen el calor añejo del rincón de los afectos

se vadean con maestría también por los corredores del silencio

se convocan, se detienen, se marchan y se regresan solas

Son honduras trascendidas a las durezas de la infiel memoria

intransferibles como una herida callejera que siega al roble

Se llevan como una rueda en el malabar sin rostro de unos ojos negros.