Pablo R.

BAJAMAR

 

 

Ha bajado la marea y mi bote

en playas solitarias ha encallado

en un puerto tan gris y abandonado

y no hay quien ayude en ponerlo a flote.

 

Corazón sin la pena que denote

de amores con espinas coronado

por que insistes estar enamorado

de Dulcinea como fiel Quijote.

 

Por que insistes en perseguir al ave

que abriendo sus alas, vuelo ha emprendido

abandonando en deriva la nave

 

que en la escollera de amor se ha partido

haciendo de la tristeza su enclave

y del dolor, su refugio y su nido.

 

 

-. PaR

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06022019