alupego (Ángel L. Pérez)

REBOSANDO LAS RIVERAS

REBOSANDO LAS RIVERAS

Se quedaron los vacíos,
de las etéreas memorias.
Absorbidas por el tiempo,
que las deglute y devora.
Ingrávidas y escondidas,
entre los miedos que acechan.

Se quedaron los amores,
entre luces y tinieblas.
Iluminando o tapando,
de los restos, las esencias,
Se fueron difuminando,
como dibujos de cera.
Cuando acuden,
sin llamarlos,
en la sutil duermevela.

Se va desbordando el vaso,
de la aclamada paciencia.
Derramándose quejidos,
de mentes insatisfechas.
Se va quedando sin aire,
el globo de la sapiencia.
Cuando priman los desaires,
sobre la hambruna que apremia.
Y se juega con desprecio,
con las verdades molestas.

Se colman los prados secos,
de vapores de cenizas.
Agrietándose las manos,
que generosas se estiran.
Con envenenadas briznas,
de los alientos humanos,
que van cubriendo las vidas.
Las vidas de los que luchan,
por las razones perdidas.

El hueco que va quedando,
cuando los ríos se vacían.
Se va llenando de lodo,
mezclado con la avaricia.
Y su pestilente olor,
se extiende como una plaga,
rebasando las orillas.
Las orillas del respeto,
que va huyendo de puntillas.

Vacíos quedan los cuerpos,
sin las sangre que les guíe.
Como cántaros sin agua,
que se van pulverizando,
como el aliento en la brisa.
Luz invisible que vive,
entre los oscuros huecos,
y sin querer se suicida,
Vacíos de desagravios,
pero llenos de injusticias.

Se van llenando las mentes,
con el olor de la prisa.
Asfixiando los conductos,
del aire que purifica.
Cuando se pudra lo etéreo,
de las cabezas vacías,
cerradas se quedarán,
las compuertas de la vida.
A.L.
http://alupego.blogspot.es
30/01/2019