Cuando vuelo a América mi corazón se expande
como una vela al viento,
y mis ojos tiemblan alegres como un niño…
Cuando vuelo a América, la verdadera América,
recuerdo las canciones de Celia y de Gardel,
los ecos de un bolero, la salsa de Rubén…
De regreso de La Habana, camino de mi portal,
siento nostalgia del aire, de los boleros, del sol…
El silencio sosegado de Concepción, la chilena,
me recuerda que es posible estar en casa muy lejos…
Colombia, espejo de todo, Barranquilla y Cartagena,
Bogotá, ciudad imperiosa…
Mi Buenos Aires querido, La Plata, su catedral,
las gentes de Costa Rica, la inmensidad del Pacífico…
No conozco toda América, la verdadera América,
pero la siento cercana con toda la vivida…
Cuando vuelo a América
desde España... regreso a casa.
Cuando vuelo a España
desde América... espero volver pronto:
compartimos el aire…