Rafael Escobar

\"LABIOS QUE CALLAN\"

 

Fue mi sueño universo de colores

que abrigarte quería con su flama,

pues traía los halos cristalinos

que despiden las limpias alboradas.

 

El jardín deslumbrante de mi anhelo

florecía de amor por la mañana,

con esencias supremas de ternura

a tu cuerpo inundar imaginaba.

 

De tu boca carnosa pretendía

disfrutar con pasión su roja llama,

y sentir de sus pétalos de rosa

ese néctar tan dulce que arrebata.

 

Parecía tu voz tan melodiosa

bello trino con nota que desgrana

Un arpegio de suave y gran cadencia

que penetra con fuerzas en el alma.

 

Cuantas veces te dije en mis poemas

del ensueño que dentro yo llevaba;

con frescura de tierno y blanco lirio

y las notas de rima apasionada.

 

Por las noches mis versos encendidos

en los rayos de luna se posaban,

esperando encontrar en sus reflejos

el divino fulgor de tu mirada.

 

De mis letras salían los lamentos

cual quejidos de alondras sin sus alas,

que desean volar por las alturas

anunciando de amor su serenata.

 

Mas mi loca esperanza fue quimera

que moría marchita y  deshojada;

al mirar tu sonrisa tan distante

como estrella que habita otra galaxia.

 

Y de nada sirvieron tantos ruegos,

ignoraste mi grande llamarada,

y me dejas cubierto por las sombras

de la triste verdad que me taladra.

 

Esa inmensa tristeza que poseen

los inviernos de gélidas sabanas,

se parecen al llanto de mis penas

y tus labios soñados solo callan.

 

Hoy mi lira tan sola va quedando

escondiendo su pena tan ingrata,

y sus cuerdas ya rotas solo tañen

los suspiros mas llenos de añoranza.

 

¡Mis anhelos quedaron enterrados

donde yacen quimeras destrozadas,

y navega mi sueño en el delirio

de ese beso tan tierno que soñara!

 

Autor: Aníbal Rodríguez.