Marta Prados Venegas

Somos lo mismo

Soy tú, mi hermana.
Tengo piel y oídos.
Soy un alma joven
como tú.
Expuesta al mismo sol,
caminando sobre la misma tierra.
También salgo a la misma calle
y compro alimentos para cocinar.

Conozco tus heridas
y tus tristísimas alegrías
mojadas en un sueño de alcohol.

Soy también aquella loca
que gritó lo que tú callas.

La que cantó los himnos del odio
que tú cantarías si tu dolor estallase.

Ahora que encontré un tramo de raíz
sigo siendo tú, más tú que nunca.
La niña que fuiste antes de ser mujer.
La niña indomable que ama la vida
y lo sabe todo sin saber nada.