ALFREDO

ACUSI

Adiós letras inconclusas,

vacías

dubitativas

y exageramente-y yo no lo creo-bellas;

sí, les digo adiós,

con un puño,

con un grito que desangre sus sinónimos.

Y les digo adiós, bellas palabras,

porque mi enamorada necesita realismo

necesita entender un sentimiento a flote

no un mar de metáforas invisibles

no un desierto de figuras insensibles,

ella necesita que me quiebre

y que recite,

que logre emerjer en ella

un continuo y centelleante crisol de 

femeninas lágrimas;

y así es, palabras estilizadas,

adiós, adiós, por esta vez,

ya que ella comprenderá,

que este poema

a modo de carta

este escrito

es de su Murillo

de su chico

que pactó con el reloj una hora exacta,

de su chico

que destruye y endulza su paciencia

con un inagotable conjunto de te amos;

así es, palabras,

ella es su creadora, de ella provienen,

así que inclinense,

y besen cada parte de su existencia,

ella las provee de belleza,

y disculpen si les hablo de esta forma,

palabras encriptadas,

pero yo no soy de ustedes,

le pertenezco a su creadora,

a mi Evy,

de ella

yo soy su poeta.