Inmovil en blanco

Luz...

La luz opaca, que se refleja oscura,
ansiosa por tocar la eternidad,
ansiosa de ver como se besa
el cielo con el interminable mar.
Ansiosa por encontrar la felicidad,
se haya apagada, perdida,
en la blanca oscuridad
Se haya apagada, sin esperanza,
esperando ver como una mano
la saca, de la eterna tristeza.
Pese a que me deslumbra cuando brilla,
me hace llorar, cuando no está encendida.
No pida más, que una bombilla infinita,
que no se apaga, que no se debilita,
pues el camino sin luz me irrita,
curioso como los ojos se acostumbran
a no ver nada, que se adaptan a la oscuridad,
que lloran lágrimas, sin calar la tierra,
lágrimas que empapan el alma.
Dicha luz, que veía de los árboles las hojas,
en invierno, todas desparramadas por el suelo,
en primavera, sin embargo, como florecían.
En otoño lloraba por las pérdidas,
en verano se sentía como en casa.
Ahora baga por una ciudad apagada,
donde las cabezas no reflejan nada,
donde mi querida luz, no se alza para brillar.